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						Ausentes en el campo de juego   
						
				
						
						
						
						
						
						
						
						Qué tan buenos son los buenos  
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
						
        			
					Libertad de Expresión 
	
				
					
	www.amnistia.org.mx 
					
    				
    				Declaración Universal de Derechos Humanos 
		  
		  
		  
		
		
		
				
				
		
		
		
		
		
						
						
						
						
						Los trabajos ocultos 
						
				
				
					
												            					
		
				
						
						
	La "terapia" del perdón 
						I 
						y II   
						
												            					
		
					
					
						
						
						
												            					
				
												            					
							
							
												            					
							
								            					
							
												            					
									
						
    					
												            					
				
												            					
					
    					
						Mitos 
						y leyendas 
						
						Einstein le 
						llamó: "acción fantasmal de la física cuántica" 
						  
				
						
												            					
						
				
		
					
					
						
						
						
												            					
				
												            					
							
							
												            					
							
								            					
							
												            					
									
						
    					
												            					
				
												            					
					
						Mitos 
		V 
						
						 
				
						
												            					
						
						Telepatía y ciencia ficción 
		 
		
		
		Mitos IV 
						
						
						
						El karma: la proyección 
						de lo que hacemos 
						  
												            					
	
		
		
	
	Mitos 
	
		
	
		III
	
		
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					Mitos 
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	México y el karma   
		
		
		Mitos 
		
												            					
		
		
		
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			Cristina de la Concha aquí con un clic   |  |  |  |  | 10 de abril, 2018 
	
	Cristina de la Concha     
	
	Notas al margen 
	
	
	  
	
	
	En mi paso por Morena, conocí a un personaje que llamó mi atención por la 
	forma en que se fue ubicando dentro del partido, ¿”dedazo”? quizás parece 
	ingenua la pregunta pero el lector opinará. En el pueblo de donde es 
	originario nadie lo quería, se hablaba de que era corrupto y vendido, 
	pariente de un priísta que ha tenido un par de cargos importantes y de que 
	cabía pensar que era un infiltrado suyo. Supe que López Obrador no lo conoce 
	pero sí alguien cercano a él, no tenía relación sino que sólo se conocieron 
	cuando se inició el partido, él hablaba de los funcionarios del partido a 
	nivel nacional como si fueran sus “grandes cuates”. Y fue escalando cargos. 
	Averigüé que él había estado yendo a las reuniones y asambleas, se había 
	postulado, se había echado unos discursazos por su propia iniciativa y fue 
	obteniendo así un cargo y otro. Lo que se entendió fue que los tomaba 
	desprevenidos, que él planteaba esas postulaciones y cargos cuando nadie de 
	los presentes siquiera lo imaginaba y, sin tener noción de qué se trataba ni 
	de sus antecedentes, votaban por él porque no habían tenido tiempo para 
	reflexionar sobre el asunto, como dicen, “el que traga más saliva, come más 
	pinole”. Se echó a la bolsa a varios jovencitos a los que les prometió que 
	serían regidores y diputados. Nosotros, sus mayores, nos decíamos “pero 
	¿cómo le creen?, allá ellos”, sin embargo, esa credibilidad los tuvo y los 
	sigue teniendo de su lado, y le dieron y han seguido dando votos dentro del 
	partido, además de información y ciertos trabajitos de talacha como 
	transmisión de “mensajes”, de “ve y dile”, que digan cosas para que se 
	entiendan otras, que hagan ciertas cosas para provocar otras, oficio que 
	seguramente dentro de un partido debe tener un nombre pero no estuve tiempo 
	suficiente en Morena para enterarme. El asunto es que, cuando terminó la 
	contienda, supimos lo que ya temíamos: que ese personajito estuvo 
	manipulando gente en dos (¡2!) distritos electorales del estado a favor del 
	partido en el poder, y de esa forma en que las evidencias se escurren de las 
	manos. 
	
	
	          ¿“Dedazo”? No lo creo aunque cualquiera lo llamaría así, vaya, 
	cualquiera que llegue y lo vea, sabiendo que nadie en el partido de su 
	tierra natal lo apoya, pensaría que fue “dedazo”. ¿Que alguien de Morena 
	nacional “mandó decir” que lo eligieran? No lo creería. Fue su discurso 
	hipócrita, bien aprendido, su histrionismo, su experiencia partidista,
	
	
	–provenía 
	del PRD–, 
	se les fue adelantando a los demás y el partido estaba en sus inicios, no 
	había mucha competencia ni tantos “colmilludos” como él, y si es infiltrado, 
	lógicamente tiene la asesoría de su patrón. El tipo continúa ahí en un cargo 
	a nivel nacional.  
	
	
	A estos entes hay que combatir.  
	
	
	Por “dedazo” se entiende que es cuando la cabeza designa a alguien sin dar 
	explicaciones y que el resto acata sin chistar. Pero si alguien se postula, 
	nadie lo puede rechazar si cumple los requisitos y gana porque los 
	militantes votan. Y si se presenta el hijo de López Obrador y se postula 
	para un cargo, puedo pensar que obtendría mayoría sólo porque es hijo del 
	líder del partido, no por “dedazo” sino porque los militantes se inclinarían 
	a favor de él. Y no pretendo defender a este señor sino simplemente plantear 
	lo que infiero de mi experiencia. En una ocasión, avisaron de una reunión a 
	la que asistiría su hijo mayor y todo mundo se apresuró a llegar, a 
	prepararse, a salir, los comentarios eran de exaltación, ante mi sorpresa, 
	no hubiera creído que tuvieran tanto interés en verlo. Así que no dudo que 
	estos jóvenes, si se propusieron como funcionarios, hayan obtenido un buen 
	número de simpatizantes. 
	
	
	Por otro lado, aprendí que la vida pública en mi país es muy peligrosa, que 
	atacan sin razón y que los golpes llegan, unos, tremendos y letales, sin 
	haber hecho absolutamente nada para merecerlo, pero que, paradójicamente, 
	una forma de protegerse es estar ahí, en la vida pública, que es un viaje 
	sin regreso, que la protección está en la luz pública o ser millonario o 
	dejar el país, porque los enemigos son, pueden ser, realmente muy perversos 
	y, por desgracia, a los vástagos y familiares los tienen en la mira. 
	Entonces, es de vital importancia dotar de armas a la descendencia para 
	defenderse, enseñarles lo que uno ha aprendido. Los que están allí van a 
	continuar allí mientras encuentren el modo, saben que sustraerse de la vida 
	pública implicaría riesgos, hayan sido de “los buenos” o de “los malos”. Y 
	vemos familias completas en la política y nepotismo por todos lados, sí, lo 
	hay, pero abundan los que buscan protegerse y pasan a formar parte de esos 
	grupos o mafias por ese motivo, ya en la corriente aceptan las reglas del 
	juego de ataques y revanchas, se vuelven eficientes tiradores y tramposos. 
	
	
	Si “los buenos” no dejaran el campo de juego libre a “los malos”, la gente 
	correcta, honesta, honorable, ni abandonaran la cancha a manos de los 
	agresivos, deshonestos, abusivos, violentos, salvajes, nadie tendría por qué 
	temer ni andar buscando protección.       
		
		cristinadelaconcha@hotmail.comhttps://www.facebook.com/cristina.delaconchaortiz 
		
		 
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