|  | 
		  
						
				
				
					
												            					
		
				
						
						
	La "terapia" del perdón 
						I 
						y II   
						
												            					
		
					
					
						
						
						
												            					
				
												            					
							
							
												            					
							
								            					
							
												            					
									
						
    					
												            					
				
												            					
					
    					
						Mitos 
						y leyendas 
						
						Einstein le 
						llamó: "acción fantasmal de la física cuántica" 
						  
				
						
												            					
						
				
		
					
					
						
						
						
												            					
				
												            					
							
							
												            					
							
								            					
							
												            					
									
						
    					
												            					
				
												            					
					
						Mitos 
		V 
						
						
						Telepatía y ciencia ficción 
		 
		
		
		Mitos IV 
						
						
						
						El karma: la proyección 
						de lo que hacemos 
						  
												            					
	
		
		
	
	Mitos 
	
		
	
		III
	
		
		México y la mala 
		suerte   
					Mitos 
					II 
	
		
		
	
						
					
												            					
						
	
	México y el karma   
		
		
		Mitos 
		
												            					
		
		
		
		y leyendas 
		
												            					
		I 
		  
		  
						
						
						más de:perdonar 
		aquí con un clic 
						  
						 
						    
						Más de 
			
			Cristina de la Concha aquí con un clic   |  |  |  |  | 15 de marzo, 2017 
	
	Cristina de la Concha   
						
												            					
		
					
					
						
						
						
												            					
				
												            					
							
							
												            					
							
								            					
							
												            					
									
						
    					
												            					
				
												            					
					
    					
						Mitos 
						y leyendas 
	VII 
	
	Los trabajos ocultos   
	
	  
	
	Retomo lo dicho en 
	
	
	De los 
	trabajos “de oscuridad” y “la tenebra”,
	
	
	debe hablarse de la brujería, 
	
	término que he empleado en todos mis textos sobre el tema para referirme a 
	trabajos de energía con fines maléficos porque ésa es la acepción que en 
	general se le ha dado en mi país, aunque en otros países o para otras 
	personas en México, los términos “brujo” o “bruja” no tienen esa connotación.
	
	
	Y aunque no pertenezco a esa casta ni he profundizado en ella lo suficiente 
	como para poder disertar, sí puedo compartir lo visto, lo aprendido y lo 
	extraído de mi propia experiencia como practicante de sanación con energía y 
	como objeto de abuso de esas malas artes. 
	
	La brujería, mientras más se niegue, más se practica. 
	La negación protege a los victimarios. Este abuso es un acto como el sexual 
	infantil, requiere que se hable de él como una forma de denuncia. Y agrego: 
	requiere que salga “a la luz” porque 
	
	la ocultación le da mayor oscuridad, a mayor oscuridad, mayor eficacia. 
	
	Y sí, 
	
	que se publique, que se haga público, sea que se crea o no, sea que lo 
	nieguen o no, como algo que existe, que los que lo practican se sientan 
	aludidos, se sientan “pescados en falta”, como los abusadores de infantes 
	pues, además, tiene otra coincidencia en su práctica: 
	
	al igual que el pederasta que es generalmente alguien cercano a la víctima, 
	quien hace trabajo de oscuridad o encarga que se haga, es alguien que tiene 
	un vínculo con la víctima potencial.  
	
	Y 
	
	mientras más se calle, más ocultos están, 
	
	mientras menos se sabe del tema, más se estarán cometiendo estos crímenes 
	porque es un crimen provocar enfermedades, accidentes, pérdidas.  
	
	La brujería es un tema que se ha negado y relegado, escondido y ocultado, y 
	se ha cubierto de un sinfín de misterios, de hechos inescudriñables, 
	incomprensibles, ilógicos, con el objetivo de provocar miedo y con él alejar 
	a la gente de su comprensión que si bien no comparte la misma que la de la 
	vida cotidiana, tangible, material, puede ser asequible y servir para 
	combatir el mal que entraña. 
	
	Estas malas artes, asociadas a la sugestión, la hipnosis, a los mensajes 
	subliminales, se han negado por varias razones. Evidentemente, la negación y 
	la ocultación han sido su sustento, su alimento, su sobrevivencia. Se cree 
	que sólo mencionar la palabra la atrae, se dice que es tema de ignorantes, 
	así que la misma sociedad les ha facilitado las cosas a este tipo de brujos. 
	¡Los mismos científicos e intelectuales los han favorecido al pasarlos por 
	alto! Pero otro motivo es que pierde efecto y los que la practican no 
	quieren debilitar sus propios trabajos, entonces, ellos son los primeros en 
	promover que no se mencione.  
	
	Y, al parecer, por esta sola creencia, se ha extendido la de que todo 
	trabajo de energía, al divulgarse, al “salir a la luz” pierde su eficacia. 
	El trabajo de luz, el trabajo de energía de luz no podría perder su eficacia 
	si “sale a la luz”, sería contradictorio, el trabajo que no persigue maldad 
	ni daños a terceros no podría de ningún modo perder su eficacia a menos que 
	otra energía se oponga. El trabajo de energía para defensa o protección no 
	puede perder su fuerza por divulgarse a menos que se esté usando métodos de 
	oscuridad como animales muertos o matarlos, o bien, que una energía se 
	oponga, que al divulgarse el tipo de protección, los enemigos de oscuridad 
	se enteren y dirijan energía contra esa protección por saberlo, pero no por 
	ser un trabajo de energía porque la energía es neutral y todos tenemos 
	derecho a defendernos y protegernos y nadie tiene derecho a dañarnos, de 
	aquí que se genere un karma en todo aquel que realice trabajos con el fin de 
	perjudicar a otros. Mas no genera karma un trabajo de energía de luz, un 
	trabajo de bien, un trabajo que no persigue dañar. 
	
	Lo que vendría a ser verdad es que la brujería, de mencionar la palabra, se 
	atrae de acuerdo con la teoría de que las palabras, lo que se dice, es 
	susceptible de ser verificado, de que se cumpla si se le pone la intención 
	suficiente, la energía necesaria. Sin embargo, es más conveniente hablar 
	sobre el tema para que esté a la luz, para hacer que deje de estar oculto, 
	para quitarle oscuridad y que pierda fuerza, que dejar de mencionarla por 
	miedo a que se cumpla. La energía puesta en nuestras palabras puede anularse 
	en cualquier momento. No podemos ni debemos dejar de hablar de ciertas cosas 
	por miedo porque es peor que sucedan por no haber hablado de ellas, de lo 
	que ejemplos sobran. 
		
		cristinadelaconcha@hotmail.comhttps://www.facebook.com/cristina.delaconchaortiz 
		 
	  |  |  |