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			Cristina de la Concha aquí con un clic   |  |  |  |  | 5 de mayo, 2023 
	
	
	Cristina de la Concha     
	Día Mundial del Arte       
	
	
	Terminó el mes de abril, mes del arte con los días Mundial del Arte, el 15 
	de Abril, e Internacional del Libro, el 23.  
	
	
	Desde 2019, año en que la UNESCO emitiera la declaratoria para la fecha del 
	Día Mundial del Arte, se celebra, y así la fecha del Libro y el Derecho de 
	Autor desde 1995, fundados con el fin de reflexionar al respecto, sin 
	embargo, algo que nos condujo a esa reflexión fue el covid no obstante lo 
	duro, difícil y deprimente de la racha, los casi tres años de encierro, 
	cubrebocas y cuidados extremos nos pusieron de frente el cuestionamiento 
	sobre qué hubiéramos hecho sin el arte. ¿Qué habríamos hecho sin la música, 
	la poesía, el cine, la literatura, en el encierro, ante la depresión 
	acosadora, los decesos y los problemas que trajo consigo el covid? 
	 
	
	
	Indudablemente, la internet y medios electrónicos fueron un enorme alivio, 
	incluso en este momento en que todavía no terminamos por completo el 
	episodio, un asidero gigantesco, pero el arte hizo ver, nos restregó en las 
	narices, su enorme valor y, sobre todo, –imagino– a todos aquellos que han 
	renegado de él, que lo han rechazado y despreciado tachándolo de inservible, 
	ahora me preguntaba qué pensarían aquellos que, años antes, me recriminaron 
	por mi labor de promoción del arte y la cultura con comentarios como “¿para 
	qué? no sirven para nada”, “no reditúa”, “a nadie le interesa”, frases que 
	tildaban esta labor como mera holgazanería pues si mis actividades 
	culturales no remuneraban pesos ni centavos, que los Encuentros 
	Latinoamericanos de Escritores, entre otras cosas, entonces, no implicaban 
	ningún trabajo para mí, que eran como una “vacación” porque el arte y la 
	cultura no sirven, no producen, y, por lo tanto, no conllevan ningún 
	esfuerzo. Ante mi gesto de azoro, redundaban con la frase “eso no da dinero, 
	no tiene ningún mérito laboral ni profesional”. La ofensa era enorme porque, 
	además, quienes se expresaron así –capitalistas y neoliberales– miraban 
	displicentes rechazando cualquier argumento en defensa y opté por pasarlos 
	por alto. Para estas personas, por consiguiente, mis libros, mis dibujos, 
	mis diseños, cuentos, novelas, eran como pasármela en el paraíso, bajo unas 
	palmeras frente al mar, con un daiquirí o una piña colada quizá, lo cual yo 
	no negaría porque producir arte, o al menos intentarlo, es verdaderamente de 
	lo más placentero, aunque implica esfuerzo, cansancio, a veces dolor, 
	incomodidad, desvelos, es tremendamente satisfactorio una obra terminada. Y, 
	entonces, que yo la pasara bajo unas palmeras frente al mar con un daiquirí 
	les resultaba despreciable, vaya, todo retórica para denostar de cada modo 
	posible la afición al arte y la promoción de la cultura. (Ciertamente esas 
	actividades culturales no remuneraron, si yo les hubiera puesto precio a las 
	instituciones, la respuesta negativa habría sido rotunda y contundente pero 
	esto no significa que el arte y la cultura no tengan ningún valor sino que 
	dichas instituciones no estaban interesadas.) Y vender la obra, libros, 
	dibujos, depende en gran medida de contactos, influencias y también, sí, de 
	la habilidad para vender, lo cual no se desliga de los contactos y las 
	influencias para ser leído, ser visto y comprado; para obtener buenas 
	ganancias tendría que contar con un amplio trabajo de mercadotecnia como el 
	de los famosos. Hace un tiempo el presidente del país comentó que recibiría 
	tres millones de pesos por regalías de sus libros (aunque no literarios), 
	¡albricias!, pero ¡es el presidente! –y muy querido por la gente–, estuvo 
	doce años haciendo campaña viajando por todo el país.  
	
	
	El día del Arte, el 15 de abril, declarado por la UNESCO en la reunión 40ª 
	de la Conferencia General de la UNESCO en 2019, es motivo de celebración que 
	tal vez haga contrapeso a esas ideas neoliberales que abundan en este país, 
	no obstante, lo dudo, aun cuando el arte les haya hecho llevadera esta 
	temporada covidíaca, esos ratos de ocio, llenando los pensamientos con un 
	buen libro, apaciguando la desesperación y el mal humor con música o una 
	película, pintando o cantando para evitar roces con los cónyuges o los 
	hermanos de tanto verse los rostros. Los neoliberales sostienen sus ideas 
	aun cuando estamos rodeados de arte, aun cuando sus camisas de marca se 
	fabricaron con una noción de arte, de lo que ellos llaman “buen gusto”, un 
	“buen gusto” que se desarrolló a partir del arte, o como aquellos que 
	contratan arquitectos para la construcción de sus mansiones, arquitectos que 
	estudiaron arte en sus carreras, o diseñadores para sus oficinas o artistas 
	plásticos para la obra en las paredes de sus instalaciones, pero no se dan 
	cuenta de su contradicción, de que un pueblo con “buen gusto”, es decir, con 
	arte, hace una ciudad bella, que una mujer con “buen gusto”, con arte, la 
	hace vestir bello y “elegante”, que esos hombres que presumen finos y 
	sobrios trajes son vestidos por arte, por el “buen gusto” de un logotipo, 
	arte, ¿de qué otra forma se le dice? que la tremenda diversión que tuvieron 
	la noche anterior se llenó de “arte” con esa música que disfrutaron por 
	largas horas, que aunque pudiera ser desagradable para unos, implica una 
	noción de arte, y el lugar tan deleitable donde se le declararon a sus 
	parejas después de haber ido al teatro, noche que recuerdan con añoranza, 
	estaba decorado con “arte”, porque el “buen gusto” de la decoración de un 
	restaurante requirió la noción de arte de quien la concibió y en el teatro 
	no escucharon notas desatinadas de los actores ni vieron escenas sin 
	sentido, sin dramaturgia, porque, de ser así, ni sería arte ni habrían ido 
	al teatro. Si bien hay de arte a arte, y música que agrada por pegajosa y no 
	por un verdadero valor artístico, es innegable la búsqueda de arte en ella.
	 
	
	
	Gracias, Arte, por existir.   
	
	
	https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-mundial-del-arte
	   
		
		cristinadelaconcha@hotmail.comhttps://www.facebook.com/cristina.delaconchaortiz 
		
		 
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