Hasta 1990, la homosexualidad se encontraba dentro de la lista de enfermedades mentales pues así colocaron a los homosexuales los prejuicios que históricamente se impusieron sobre la ciencia y la razón.

     Desde el 17 de mayo de ese año, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio su lugar a homosexuales y lesbianas suprimiendo la homosexualidad de esa lista y reconociendo que la orientación sexual no se elige y tampoco se debe intentar modificar. Y en 2005, más de 30 países se adhirieron a esta lucha contra la discriminación sexual instaurando el 17 de mayo como Jornada Internacional Contra la Homofobia en remembranza a  la supresión de la OMS quince años antes.

      El 21 de noviembre de 2006 el pleno de la Cámara de Diputados en nuestro país aprobó un punto de acuerdo para instituir el 17 de mayo como Día Nacional de Lucha Contra la Homofobia por fortalecer las acciones que promuevan el respeto y la tolerancia. El Gobierno del Distrito Federal publicó, el 16 de mayo de 2007, el acuerdo por el que se instituiría dicho día nacional. El 7 de noviembre de 2007, la LX legislatura exhortó al Poder Ejecutivo a que emitiera el decreto de esta fecha. Se hicieron escuchar spots en la radio confirmando la aprobación de los diputados y dejando implícito el decreto por parte del Ejecutivo. Y, según se sabe, dos exhortos llegaron a Los Pinos, sin embargo, el presidente Calderón no ha hecho la declaración correspondiente.

     Pareciera persistir la negación a la lucha contra la homofobia y la transfobia que no son más que formas de intolerancia que demuestran irracionalidad, que devienen de la ignorancia, del miedo y de prejuicios y que son causantes en gran medida de actos de violencia en México.

     No obstante, los grupos LGTB se pronunciaron y festejaron este día; en varios estados de la república mexicana se están realizando actividades a favor de las minorías sexuales, y Sinaloa es la sede de la VII Semana Cultural de la Diversidad Sexual, en su etapa itinerante, desde el 19 al 24 de mayo.

     No obstante, debemos celebrarlo y manifestar nuestra solidaridad a una vida libre de violencia, al acceso a la justicia, a la libertad de expresión, a la igualdad, a la privacidad, a la seguridad, al trabajo, a la protección, al acceso a los servicios de salud y participación en la vida pública además de otros derechos que les han sido negados a homosexuales, lesbianas y transexuales.