Tulancingo cultural

tras los tules...

Tulancingo, Hidalgo, México

Principal (portada)

en las letras en la música en la actuación en la plástica sociológico y social histórico centros y actividades culturales diversas de Tulancingo gastronómico ciencia y tecnología municipios  hidalguenses
 
anteriores
 
danza performance teatro
 
cine
 
prehispánico
 
tradicional y legendario
interesante
 
hacedores
   
     
 

autores - los maestros en Tulancingo - autores tulancinguenses - autores hidalguenses - libros y revistas - premios y reconocimientos

 
 

bibliotecas - derechos de autor - encuentros y festivales - presentaciones - talleres - convocatorias

 
     
           

11.Abril.18

   
 

Poema sacudido

 

poema aprestado

 

 

OJOS DEL ÁRBOL

por Roberto López Moreno

 

la amadísima

 

 

poema estoico

poema del río

poema del río ii

poema tlacuilo

Poema aparecido

Poema permeado

poema cantado

poema confeso

poema intentado

.en una suerte de poemas.

 

La "terapia" del perdón

 

La solidaridad

 

Mitos y leyendas

 

 
 
       

13.Abril.18

Cristina de la Concha

 

 

.poema en lazada y masa.

 

 

Fueron los vínculos

manganas que lanzaban

los cuatreros descorazonados

no fue otra cosa, no

lo que el viaje

a lontananza vislumbrara

para terminar

lo que tanta herida

 

porque tanta gente conocía

y tanta vida tenía

tanta gente al pasar

saludaba en sus calles

provincianas

y con tantos conversaba

porque amaba conversar

en las banquetas detenerse

un “adiós” aquí

un “hola” allá y “hasta pronto”

“todo mundo conoce a esta mujer”

decían,

las familias de las familias

las amistades de la familia

los amigos de los amigos

-“¡aish, habla con todos!”

mascullaban las envidias-

que vínculos aojados

creyeron no les faltaría

para, al fin, de su posesión

para sus ritos, hacerla

 

y ellos ellos los que ataques

rindieron

muchos números

fueron

 

logró la ella ella

vencer a los primeros

que tiros por la espalda

le lanzaron,

los de la cofradía maldita

que poseedores se pensaban,

y allí concluiría, creyó,

el vaticinio erró,

sus huestes por docenas,

la legión de la región

se apostó a disparo

sin paro

y sobre ellos victoria tuvo

 

pero muchos más

que en ocasiones rebasaron

las centenas

y en jornadas sin tregua

un golpe por día, unos,

otros, siete contó ella,

por meses,

los duros, veinte contó ella

 

de esos aquellos muchos

con gusto consintieron

otros tantos obligados

pero muchos reacios

y muchos displicentes,

a la humillación en trago

aceptar fue su sino

muchos que negaronse

a riendas impuestas

bozales de castigo

y collares corredizos

se dispusieron a lazarla

por evadir letal destino

 

los obligaron a odiarla

y malquererla

a escupirle y males

poner en su efigie

a reclamarle inocuas

idas o vistas

o sentadas o parladas

 

y a cada lazada

aun por la pura conocencia

vahos penetraron

de venenos y machetes

 

porque jamás imaginó ella

que hechicería en maldad

así sus funciones bajo el telón

ni jamás ocurriósele

que inocentes incidentes

pudieran trabarse aojados

 

y vióse a sí misma

a discernimiento cabal

entendiendo y orando

y a cada amistad,

a cada vecino y pariente

a cada compañero

a cada colaborador

a cada secretaria y tendero

que en sustraerse falló

de collares lacerantes

ella ella con su luz

separó y su cuerda cortó

 

a cada retrato

a cada palabra

a cada escena

a cada canción

su luz vertió

a cada saludo

a cada sonrisa

a cada aliento

y repasó su vida

de tantos y tantos conocidos

la vida de tantos minutos

entera

de tanta y tantas escenas

el desayuno bajo el brazo,

la mochila en hombros,

tintas entre los dedos,

miradas, sorbos de café

gestos y ventanas abiertas

cortinas cerradas y bisagras

los escalones de un plantel

las pisadas en otro,

estudios,

tareas, fiestas,

velos y carteras,

de cotidianeidad

de sus diarios ires y venires

 

Amor y perdón extendió

en todas y cada una

y en los ínfimos detalles

y perdón en ceremonia de luz pidió

y perdón dio

a todos y cada uno

de sus personajes

 

pero a cada lazada

llegó una herida

pues la ella ella

de las alevosas estrategias

no sabía

y mangana ninguna

previó

pero a cada una aprendizaje

tuvo

 

mas rodeada estaba,

el cerco se fue cerrando

porque aquellos eran cuántos

y el temor de los vecinos,

resistentes por largos meses,

la urgió

porque el poder de aquellos

público era

y a ésos no escatimaron

amedrento tampoco

 

quizás, cavilaba la ella ella,

con dinero desplazar

habría podido

esos nudos y cintillos

y permanecer,

pero bien se habían afanado

aquellos en bloquear

los medios para el bolsillo

proveer

 

ya no había rumbo

más que alas blandir

y con una ella

dos pisos arriba

lloró su partida

una noche de esa primavera

 

 

 

 
   
                 

 

__________________________________

Gracias por su visita  

 www.tulancingocultural.cc ® Derechos Reservados

tulancingocultural@hotmail.com

Aviso legal para navegar en este sitio

contador web

web counter

Free Website Hit Counter
Free website hit counter