.poema extorsionado.
				
				
				
				 De 
						
						
						
					
	.En una suerte de 
	poemas 
				II.
				
				 
				
				 
				
				
				
				 
				
				
				
				 
				
				
				
				“Hábil es, sabrá sortear”,
				
				
				
				se dijo la ella ella
				
				
				
				esfumándose la charla
				
				
				
				mas a pasados días 
				
				
				
				ese saber que etéreo flotó 
				
				
				
				a ella no volvió 
				
				
				
				el desasosiego la embargó
				
				
				
				porque valiente él
				
				
				
				espada desenvainó
				
				
				
				del polvo de los tiempos
				
				
				
				y al abandono echó
				
				
				
				negociares tan perversos
				
				
				
				como manchar su digna voz
				
				
				
				la sostenida ética
				
				
				
				de décadas antaño
				
				
				
				y el oneroso pundonor
				
				
				
				con soeces enunciados
				
				
				
				e insultantes actos
				
				
				
				por un tirano impuestos,
				
				
				
				en qué mendicidad cayó
				
				
				
				por la sobrevivencia
				
				
				
				en la comarca asolada
				
				
				
				por cazadores de almas
				
				
				
				sucios su pluma y sus papeles 
				
				
				
				entintadas lágrimas 
				
				
				
				escurrían de traición obligada
				
				
				
				y a sus principios rescató
				
				
				
				pelearía las batallas
				
				
				
				que fueran necesarias
				
				
				
				pero no más sufriría
				
				
				
				bajo el yugo que protección
				
				
				
				le daba a condición
				
				
				
				de su palabra ceder,
				
				
				
				la extorsión que como plaga
				
				
				
				por la comarca se dispersara
				
				
				
				en esa maligna época 
				
				
				
				 
				
				
				
				Y a la ella ella habló
				
				
				
				por hallar forma de defensa
				
				
				
				que mejor surtiera
				
				
				
				La ella aquella le extendió
				
				
				
				lo que en su mano estaba
				 
				
				
				
				“Hábil es, sabrá sortear”,
				
				
				
				se dijo la ella ella
				
				
				
				mas la crueldad de aquél
				
				
				
				y sus huestes
				
				
				
				hilos de sus porros ascendieron
				
				
				
				y humaredas grises 
				
				
				
				nublaron sobre él 
				
				
				
				un recuerdo inocente 
				
				
				
				de su infancia en familia, 
				
				
				
				risas, juegos
				
				
				
				y un rostro afable
				
				
				
				con que el porro malévolo
				
				
				
				abrió su campo energético
				
				
				
				para hacer pasar
				
				
				
				al peor de los entes
				
				
				
				que azotaban a la comarca
				
				
				
				el jefe de los jefes
				
				
				
				con sus afiladas orejas
				
				
				
				riendo le espetó
				
				
				
				“¿ahora no ríes conmigo?”
				
				
				
				él cogiéndose el cuello
				
				
				
				y una palma sobre el pecho
				
				
				
				al instante sus pertrechos
				
				
				
				intentó extraer
				
				
				
				pero no estaba solo el ente 
				
				
				
				detrás su camarilla
				
				
				
				a coro le decía:
				
				
				
				venimos por tus latidos
				
				
				
				y en otro instante
				
				
				
				el ente se los arrancó
				
				
				
				antes de que sus pertrechos
				
				
				
				salvación brindaran
				
				
				
				 
				
				
				
				Un búho voló
				
				
				
				esa mañana de sol
				
				
				
				la ella aquella lo sintió
				
				
				
				contento y con humor
				
				
				
				con ella charló
				
				
				
				Pero la mañana de sol 
				
				
				
				que noticia le reservaba
				
				
				
				desolada se tornó 
				
				
				
				pues horas antes
				
				
				
				de su cuerpo había volado 
				
				
				
				de su cuerpo el ave 
				
				
				
				su alma desprendida
				
				
				
				Y desconsolada lloró
				
				
				
				por ese ser de sol
				
				
				
				de luz
				
				
				
				porque falló su ayuda
				
				
				
				bloqueada por el mal,
				
				
				
				porque inmerecía muerte
				
				
				
				en los halos de esos villanos
				
				
				
				 
				
				
				
				pero él contento partió
				
				
				
				ser de sol de luz a la Luz
				
				
				
				con su valentía y sus honores
				
				
				
				y su dignidad rescatada
				
				
				
				la ella aquella con su espada
				
				
				
				al jefe de ese mal impidió
				
				
				
				el hurto de su alma
				
				
				
				jefe que aspiraba
				
				
				
				sus virtudes poseer
				
				
				
				la Luz en su cara
				
				
				
				con vítores le dio
				
				
				
				 
				
				
				 
				
				
				 
				