Al 
			Grupo de la Concha,
                		
            
            
			
			
			
			
			
			Reunión de artistas de la letra
			blogspot.com
		 
		 
		
		 
            				            					
                			
            				            					
            				
				            					
            
			
			
			
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			concha como símbolo de creatividad...
 
			 
		
		Cuando escuché a los amigos decir que abrirían un 
		blog llamado así, realmente no supe si reír o llorar y entiéndase la 
		frase en todos sus sentidos, hasta los que no tiene.
		
		 
		
		Surgió en una charla de ésas en las que el apellido 
		no puede escapar a las alusiones jocosas –de las que yo misma no puedo 
		sustraerme–, divertimento ineludible con el que los amigos profieren 
		juegos que rayan en el albur sin llegar al soez impertinente. Así que 
		reír o llorar fue el tajo de perplejidad que cayó sobre mí ante algo que 
		por su jocosidad podía provocarme las más sonoras y regocijantes 
		carcajadas, o que, por su significado vulgar, podía remitirme a los más 
		bajos confines del albur, o bien, que, por su intención, podía 
		transmitirme la calidez de la amistad y la calidez de quienes aprecian 
		lo trabajado y lo gastado y desgastado en esta ingrata pero amada labor 
		por la cultura, y esto puede hacerme escurrir lágrimas y lágrimas por 
		los surcos oculares prolongando el nudo al que el tajo movió a mi 
		garganta. No obstante que a algunos suene a “homenaje” –y destaco las 
		comillas por inmerecido e improcedente, en lo que la razón no les falla, 
		por supuesto–, yo me quedo con la calidez de los amigos.
		
		            Y, sin saber 
		todavía si reír o llorar, este apellido que el destino me dio al nacer, 
		además de sus connotaciones picarescas, tiene otras que son las que yo 
		invoco en mi trabajo cultural y literario y en la vida diaria que son 
		aquellas que la concha del mar ha inspirado en diferentes culturas: 
		fecundidad, procreación, la concepción, concebir, crear. “Concha” para 
		los aztecas era el símbolo del dios de la luna, Tecaciztécatl que 
		representaba la matriz de la mujer al igual que en otras culturas, por 
		lo que no ha sido gratuito que para argentinos y latinoamericanos de 
		otros países tenga esa acepción en el sentido vulgar, sin embargo, su 
		significado formal y profundo es el de nacimiento de la vegetación y de 
		la vida; la perla que encierra la concha en sus entrañas simboliza el 
		producto, lo creado, vemos a Afrodita, como una perla, nacer de 
		una concha en las aguas de la isla de 
		Chipre, 
		lo que no deja de tener su 
		connotación erótica pero tampoco la de crear y podemos añadirle la del 
		amor en la creación. En la cultura maya, la concha 
		estaba hondamente asociada al mundo subterráneo, al de la muerte, pero 
		de la muerte surge la vida como la de las plantas que germinan en la tierra, 
		una concha junto a un sol representaba al Sol Negro, es decir, al sol en 
		su camino más oscuro: la noche, de la noche sobreviene el día, la noche 
		gesta el nuevo día, procrea; la concha gesta la perla, procrea.
		
		            Sea éste, entonces, pues, un espacio cuyo nombre nos 
		ennoblezca con sus simbolismos sagrados y no con ni por los de esta 
		insignificante mortal cuyo único mérito es el de gozar de la magnánima 
		amistad de quienes –sobre–valoran su trabajo, y colmen a estos espíritus 
		escritores y artísticos de las virtudes de concebir y procrear... perlas 
		de arte.
		 
		 
		
		Cristina de la Concha