La 
				injerencia de los partidos en la democracia 
				
				
				
				 
				
				
				
				 
				
				
				
				 
				
				
				
				Los partidos, no obstante que existen con la finalidad de 
				delimitar facciones, tendencias y posturas políticas y defender 
				las preferencias de la ciudadanía poniendo un orden en la 
				contienda electoral, que tienen el objetivo de facilitar al 
				electorado los asuntos relacionados, terminan afectando la 
				democracia.
				
				
				
				Como instituciones privadas, los de afuera no pueden intervenir 
				de ninguna manera, las decisiones que se toman allí dentro son 
				de ellos, pertenecen a ellos, pero también como empresas en 
				ellas se negocia, se vende, se compra, se hace trueque, se 
				comercia con votos y apoyos a cambio de dinero y apoyos, 
				canonjías, prebendas, y como agencias de colocaciones negocian 
				candidaturas, cargos y empleos.
				
				
				
				Su injerencia en la democracia comienza en la obligación de los 
				militantes de acatar las decisiones de los dirigentes aun cuando 
				tales decisiones los perjudiquen e incluso cuando perjudiquen al 
				pueblo. Si bien mediante el voto se decide, con las 
				negociaciones no hay certeza respecto al beneficio de esas 
				decisiones. Si a los dirigentes se les ocurrió colocar 
				precandidatos nocivos para el pueblo, para los militantes, éstos 
				tienen que elegir entre ellos ¡aunque sean malos! y dejar de 
				lado a los verdaderamente buenos, lo que, a su vez, se replica 
				en la población el día de las elecciones, la gente tiene que 
				elegir entre malos candidatos porque ¡no hay opción!
				
				
				
				En esas negociaciones, los militantes que cuentan con elevados 
				recursos económicos “compran” candidaturas y no precisamente en 
				forma directa con la alta jerarquía del partido, como se han 
				dado casos, sino que van, poco a poco, “comprando voluntades”, 
				comprando a otros militantes, buenas cantidades a cambio de su 
				apoyo para llegar a la elección del candidato y si, al final, 
				hay dos pugnando por la candidatura, plácidamente “negocian” y 
				la consigue quien tiene más dinero o simplemente “más” que 
				ofrecer, esto es, cargos, proyectos, licitaciones. 
				Evidentemente, esto no arroja un buen candidato a la población, 
				que es quien sufre estos acuerdos, nadie más, y a ellos no les 
				importa sino solo el cargo, obviamente quien va ofreciendo 
				dinero por llegar a la candidatura no es honesto, esto se 
				refleja en el empoderamiento que ha alcanzado la oligarquía en 
				el país en pos del neoliberalismo rapaz que solo persigue 
				dividendos a costa de lo que sea. 
				
				
				
				Y se dan negociaciones en la alta jerarquía en que grupos 
				políticos pueden llegar a adquirir no una sino decenas de 
				candidaturas, así nomás, negocian candidaturas como si se 
				tratara de ranchos de ganado, vacuno o caprino, tantos votos, 
				tantas cabezas de ganado, a cambio de arrieros, peones, 
				ordeñadores o de cantidades monetarias, solo les importa el 
				pueblo como votantes, nada más.
				
				
				
				Dentro de los partidos se dan particularidades como la de que, 
				si a algún dirigente se le ocurre publicar o realizar un acto 
				que daña a un militante, éste debe tolerarlo, a causa de su 
				reglamento debe dejarse someter, a veces perder la reputación e 
				incluso ver afectada su profesión, sin deberla ni temerla, solo 
				porque a alguien se le ocurrió y porque los militantes no pueden 
				decir nada en contra de los dirigentes o de quien, en un momento 
				dado, tenga la batuta de un evento o una situación, that’s 
				politics, dicen. Y abundan las ocasiones en que esto se usa 
				como “estrategia” para noquear a quien se desea impedir que 
				avance en la carrera política.
				
				
				
				De las encuestas para elegir a candidatos no se puede decir que 
				son confiables, como los ciudadanos -que son los encuestados- no 
				tienen injerencia en los partidos, no pueden solicitar la 
				revisión de los resultados de las mismas, no pueden reclamar, 
				ergo, quienes las realizan tienen de antemano las manos lavadas, 
				como un juego de azar o ilusionismo, ¿dónde quedó la bolita? 
				nadie supo, nadie vio. Y, una vez determinado el candidato del 
				partido, éste se convierte en inamovible, como cuando Maradona 
				ganó la copa mundial, aun sabiendo que usó la mano para golpear 
				la pelota que metió el gol campeón, una vez que se dijo que 
				metió gol, no fueron suficientes para desmentir las cámaras que 
				grabaron cómo golpeó la pelota, o como cuando se han proclamado 
				ganadores de los comicios a los candidatos, como Calderón o 
				Peña, una vez anunciado el ganador, son generalmente 
				inamovibles.
				
				
				
				Entonces, si es tan importante para el pueblo la elección de un 
				candidato ¿por qué actúan como si no lo fuera, como si solo se 
				tratara de una instancia de unas cuantas personas y no del 
				pueblo completo? ¿por qué los partidos no valoran realmente al 
				pueblo? ¿por qué dan cabida al incumplimiento de los 
				reglamentos? Porque conviene a intereses personales o de grupo, 
				si es así, ¿para qué queremos nosotros -el pueblo- a los 
				partidos si se supone que existen para nosotros y por nosotros?
				
				
				
				Por otra parte, el monto de recursos económicos que reciben 
				estas instancias no es equitativo pues aquel partido que ha 
				ganado elecciones, el que obtiene mayor número de votos, recibe 
				cantidades muy superiores a las que reciben aquellos partidos 
				que inician o de menor número de votos. Esto, inevitablemente, 
				hace más ganador al ganador, esto da mayor ventaja al que ha 
				estado ganando pues a más recursos, más propaganda y más 
				onerosa, lo que, a su vez, le dará más votos y, por tanto, más 
				recursos. Esto es tremendamente dañino para el pueblo pues si el 
				candidato de un partido en estas circunstancias es nocivo para 
				las familias, para éstas es más difícil conseguir que un buen 
				candidato lo supere. Es como si se tratara de una maratón donde 
				el inicio para cada participante fuera distinto, uno con 10 
				metros de ventaja, otro con 50, otro con 100, así lo más 
				probable es que gane el que tuvo 100 metros. 
				
				
				
				Y lo mismo sucede con los diputados y senadores plurinominales 
				que se determinan por el porcentaje de votos que obtiene el 
				partido, es decir que a los que tienen “poder” les dan más 
				poder, a los que ya tienen curules ganadas, les dan más curules 
				haciéndolos así más fuertes, con mayor poder sobre el resto de 
				los partidos y mayores posibilidades de obtener más cargos.
				
				
				
				Y, por lo que vimos en las pasadas elecciones, aquellos que han 
				sido electos mandatarios se erigen también como mandatarios de 
				sus partidos y dan órdenes internamente, lo que hace a los 
				partidos más desconfiables puesto que esa injerencia no 
				permitiría elecciones internas libres sino a favor de lo que 
				ellos dicten. Aunque la Constitución establece que los 
				servidores públicos están obligados a mantener una posición 
				neutral en los procesos electorales, esto solo se refiere a la 
				etapa electoral y no a los procesos internos de los partidos, 
				por lo que en el candidato que lanzan están las manos de los 
				mandatarios en funciones. Esto no beneficiaría a la ciudadanía 
				en el caso de mandatarios nocivos o corruptos.
				
				
				
				Es decir que a más poder, mayor empoderamiento, mayores daños a 
				la ciudadanía. ¿Qué hacer?
				
				 
				 
				 
				
				
				
				 
				
				
				
				 
				
				
				 
				 
				 
				 
          	
            				            					
								
				            					
									
					
					
					
					
					
					
									
									
									
					
					
					
							
							
							
							
					
					
									
            				
												            					
					
							
									
									
					
												            					
            				
                				
												            					
							
												            					
								
												            					
								
								            					
								
												            					
									
							
		
		
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