Juan Gabriel se fue 
			proclamando a Méxxico  
			
			 
	
	
	
	por 
	
	
	Cristina de la Concha
	 
	 
	 
			
			Ya se habló de 
			todo sobre Juan Gabriel, desde sus lentejuelas supuestamente “nacas” 
			hasta su supuesta fingida muerte, se dice que personalidades 
			sobresalientes desatan leyendas semejantes. Así que no era para 
			menos, tenemos a un cantante, compositor que llegó a todo el mundo, 
			con una popularidad tremenda, y una música que penetró los más duros 
			temperamentos por mucho que disientan los intelectuales.
			
			Ha sido luto 
			nacional… lo sabíamos, cualquiera lo hubiera imaginado porque, al 
			parecer, no hubo nadie antes que, como él, atrajera a tanta gente, 
			ni Pedro Infante ni Jorge Negrete ni Agustín Lara ni José Alfredo 
			Jiménez en vida, lo que igual se puede atribuir a la internet, a la 
			globalización, a la forma en que ahora se da la comunicación, sin embargo, 
			el modo natural en que él llamó a las multitudes fue otro, es otro, 
			que me atrevo a llamar sensibilidad, únicamente. No quiero 
			ofender la memoria de estos grandes, pero ni Infante ni Negrete 
			fueron autores y ya José Alfredo lo diría, quien continuaría su 
			legado como autor sería Juan Gabriel.
			
			Él dio luz y 
			recibió luz, así, sin más. Mientras más componía, más componía. ¿No 
			es una bella retribución? Sería un claro ejemplo de lo que el 
			cosmos, la vida, Dios, el infinito, el karma o el dharma, el destino 
			quizá, es, ¿qué no? 
			
			Iletrado, 
			dijeron unos. ¿Que escribía por intuición? Insistiría en su 
			sensibilidad, que estudió hasta el 5° de primaria, señalaron, y con 
			sus 1500 (unos dicen 
			1800) canciones en variedad de ritmos y géneros deja muestra de que 
			el autodidactismo vale y de que él era músico. ¿Que no sabía leer 
			nota? las conocía, debió conocerlas para manejarlas, contarlas, 
			solfearlas, paladearlas, dormir con ellas y amanecer cantando, era 
			músico de corazón, de alma, escribió música y si no la escribió 
			porque no leía notas, las ideó, las diseñó, las acomodó, las barajeó, 
			las dispuso una nota junto a otra, las lanzó al aire para verlas 
			caer en sus manos y devolverlas al espacio en diversos juegos como 
			un malabarista para provocar a millones de oídos en el mundo. Me 
			pregunto cuántos letrados en música y en otras disciplinas han 
			tenido la inspiración y esta sensibilidad para producir como él lo 
			hizo. 
			
			
			
			Su estilo, que han pretendido encasillar en amaneramiento puro y que presencié por ahí del 
			año 78, en un palenque 
			–en 
			que él, de traje blanco, precedía a la estrella principal de quien, 
			curiosamente, no sabría decir su nombre ahora–, 
			era sencillamente encantador, era histriónico, un estilo muy de él, 
			no adquirido con el tiempo, quizá sí desarrollado, perfeccionado 
			pero muy él, era el carisma, sus pasos, las vueltas, el cuerpo 
			girando, los guiños, la mano en la cintura, muy su estilo y no el de 
			otro.
			
			
			Su último 
			mensaje al público: 
			
			
			“Felicidades a todas las personas 
			que están orgullosas de ser lo que son”, pronunciado en su 
			concierto del 27 de agosto, lo 
			interpreto como refiriéndose a todo tipo de represión o crítica, 
			porque, si bien él contribuyó en gran medida en la lucha contra los 
			prejuicios sobre la comunidad LGBTTTI, 
			no tomo su amaneramiento o su homosexualidad como el eje de su 
			música y sus canciones, él compuso para toda la gente. 
			Lo escuché en 
			una estación de radio en Hungría en 1990, en un programa de una hora 
			con sus canciones, y no creo que, en esa 
			época, la generalidad de su público húngaro lo hubiera visto actuar, 
			fehaciente muestra de que así como no puede hablarse de 
			literatura femenina o masculina, tampoco de música femenina o 
			amanerada.
			
			El amor a su 
			país quedó grabado en el título de su gira programada para 
			septiembre y octubre que recién iniciara en la víspera de su 
			partida: “Méxxico es todo”, así, con doble “x”, quizá marcando esa 
			“x” del náhuatl, ese sonido “sh” o jota o “g” que nos da la lengua
			matter de esta patria (mi México Máxico). Gira a realizar en el país del norte 
			donde un candidato ha amenazado a la población mexicana, no sólo a 
			la que reside allá.
			
			Es su última 
			gira.
			
			
			No logró más que empezarla. Pero la planeó como un tributo a 
			su pueblo, como un rezo, Méxxico, y murió en comunión con 
			México en esa frase, con su cuerpo en otra tierra pero con su amor 
			por la suya y por su gente.
			
			DEP
			 
			 
			
			
			
			Juan 
			Gabriel “MéXXIco Es Todo 2016” 22-City Tour Kicks Off With a Sold 
			Out Show in San Diego
			
			
			
			http://corrientelatina.com/music/juan-gabriel-mexxico-es-todo-2016-22-city-tour-kicks-off-sold-show-san-diego/
			
			
			
			
			Juan Gabriel y el 
			postmexicanismo.
			Por Sergio Téllez-Pon.
			3 de septiembre de 2016
			
			
			
			
			http://razon.com.mx/spip.php?article320347
			
			Llegada de sus restos a Juárez.
			
			
			
			http://diario.mx/micrositios/Galeria/2016-09-03_c70ce4de/en-el-mismo-lugar-y-con-la-misma-gente/
			
			
			
			
			
			Juan Gabriel 1950-2016. 
			
			Por Gonzalo Valdés Medellín									 
			/05 
			Sep 2016.  
			
			
			http://www.siempre.com.mx/2016/09/juan-gabriel-1950-2016/
			
			
			
			
			
			El_oido_iletrado. Por Braulio Peralta. 
			http://www.milenio.com/cultura/laberinto/juan_gabriel-braulio_peralta-el_oido_iletrado_0_803919716.html?utm_source=Facebook&utm_medium=Referral&utm_term=Cultura&utm_content=Enlace&utm_campaign=Milenio