ocupaba mi completa atención, que debía crear, trabajar, cuidar, era el suspenso. Esta inclinación mía no sé si se la debo a mi padre o a mis lecturas, pero por este aspecto quiero dedicar este premio a mi padre porque él fue un estupendo narrador oral que manejaba el suspenso y el ritmo de modo extraordinario y nos mantenía en vilo cuando narraba sus historias, no podíamos dejar de escucharlo. Mi padre murió en octubre a una edad avanzada pero quedan en la memoria sus relatos. Él era muy carismático, muy simpático y tenía esa habilidad, puedo mencionar que incluso mi ex marido, Alejandro Zenker, culto e intelectual, podía estar horas escuchando a mi padre que fue un hombre que solo estudió la primaria… y yo me enorgullecía.

Muchas Gracias.