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						Cristina de la Concha 
						
						
						El paladar exquisito del mexicano y las especies 
						endémicas   
						
						  
						
						  
						
						  
						
						México, poseedor de una curiosa forma del mapa que nos 
						regala dos penínsulas y dos golfos, forma que, junto con 
						su ubicación en el planeta y sus montañas y planicies, 
						arroja una infinidad de especies endémicas, animales y 
						vegetales, para nuestra supervivencia y convivencia, 
						para el enriquecimiento de nuestra cultura. Forma que 
						recrea esta autora en su colección de dibujos llamada 
						México se pinta solo, la cual adaptó para colorear 
						en sus libros de mismo nombre dándoles un enfoque 
						infantil y hablando a los niños sobre estos aspectos de 
						nuestro país.  
						
						        
						Porque es innegable que si México no poseyera 
						estas características y no estuviera aquí, no seríamos 
						como somos ni tendríamos esta vasta cultura que nos 
						distingue: la gastronomía, los tejidos, las artesanías, 
						las tradiciones y festivales, la arqueología, las 
						lenguas originarias, el sentido del humor e, incluso, el 
						sentido de la vida. Es de allí el paladar exquisito del 
						mexicano, un paladar que le ha permitido desarrollar un 
						sinnúmero de platillos, lo que se deriva de degustar tan 
						diversos sabores y aromas sumado a su creatividad, ésta, 
						a su vez, estimulada por la misma diversidad, el 
						colorido de su paisaje y sus climas, elementos todos 
						ellos que se retroalimentan, y se conjugan en una amplia 
						riqueza.  
						
						        
						Entre las especies que México dio a la humanidad 
						están el maíz, el jitomate y el cacao. El maíz, alimento 
						primordial de sus habitantes con el que se elaboran muy 
						variados platillos, desde la tortilla siempre presente 
						en la mesa hasta atoles, desde las garnachas callejeras 
						hasta el elegante pastel azteca, especie que 
						domesticaron los antiguos para su deleite mundial. El 
						jitomate, indispensable en gran variedad de platillos 
						que llegó al Viejo Continente a ser adoptado para sus 
						propios platillos, Italia lo incluyó como ingrediente 
						ineludible en sus pizzas y una variedad de salsas para 
						sus pastas y al resto del mundo. El chocolate, manjar de 
						reyes, afrodisiaco, energético, fue llevado a Europa por 
						los colonizadores donde enamoró a la gente, comenzando 
						por la corte, y países como Alemania y Suiza hicieron 
						delicias chocolateras al grado de convertit en uno de 
						sus atractivos turístico 
						esta especie mexicana. 
						
						        
						Otras especies vegetales endémicas son el 
						aguacate cuyo sabor ha conquistado a la gente en otros 
						países que, en tiempos recientes, lo compra en grandes 
						cantidades, el camote, el achiote, la chía, el chayote, 
						el capulín, el chicozapote, la chirimoya, el frijol, el 
						tejocote, el cacahuate, la guanábana, el chile,el 
						epazote, la pitahaya, la jícama, el maguey, el mamey, la 
						calabaza, el nanche, el nopal, la yuca,el zapote, el 
						amaranto, la vainilla, el cempazúchitl, la nochebuena, 
						la dalia, la mangolia, el ahuehuete. Podríamos 
						sortearlas para elegir al azar qué preparar de comer y 
						tener un platillo distinto cada día. 
						
						    
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