REAL DEL MONTE
“HONOR A QUIEN HONOR MERECE”
Por Gloria Valencia Vargas
Qué agradable resulta visitar el antiguo pueblo minero de Real del Monte,
caminar por sus callejones y su calle principal es observar la arquitectura
vernácula, antiguas casas con techumbre de lámina que han sido restauradas,
descansar en las pequeñas plazas, aplaudir a los artistas urbanos que
interpretan música de varios géneros, admirar la joyería de plata y la
artesanía, degustar de los pastes, las enchiladas mineras de salsa verde con
charales. En diferentes lugares, se contemplan las chimeneas y las orcas de las
minas: La Concepción, Dolores, Dificultad, Acosta, etc., y no se diga el paisaje
con sus montañas y bosques.
Recurrimos nuevamente a la descripción que hiciera Madame Calderón de la Barca,
hace más de 170 años:
“Llegamos a Real del Monte cerca de las nueve, y nos condujo el coche hasta la
casa del Director que es muy bonita, y desde la cual se domina una hermosa y
dilatada vista. Nos esperaba un buen fuego ardiendo en la chimenea muy
agradable, pues la mañana estaba algo fresca, y porque era la imagen del hogar y
de sus comodidades, aun más se apetecía. Fuimos recibidos por Mr. Rule y su
señora con extrema cordialidad y nos invitaron a compartir con ellos el más
delicioso desayuno que uno haya gozado en mucho tiempo, feliz mèlange de
lo inglés y lo mexicano. El mantel, albeado, el humear de la tetera, los
panecillos calientes, los huevos frescos, el café, el té… Después del desayuno,
salimos a visitar las munas…Visitamos los diversos departamentos: el aparato
para aserrar el torno giratorio etc., la fundición pero me informé, con
verdadero disgusto, que no podíamos bajar a las minas…” LA VIDA EN MEXICO,
1843.
Toda la historia, el encanto, la importancia turística y económica de Real del
Monte estuvo a punto de perderse debido a la ignorancia de muchos políticos y
habitantes del lugar, hace 25 años. En todo el estado de Hidalgo se minimizó la
importancia del Patrimonio Cultural sobre todo el patrimonio edificado, la
arquitectura vernácula, muchos edificios, monumentos artísticos e históricos,
fueron derribados y en su lugar se construyeron cajones sin ningún valor
estético. El Real no fue la excepción, se empezaron a desmantelar algunas minas,
los edificios históricos fueron abandonados y presentaron graves daños.
Afortunadamente en 1993 el profesor Filiberto G. Valdivieso Valle, un hombre
valioso y con el propósito de rescatar y preservar el patrimonio cultural de los
realmontences, encontró a un equipo de arquitectos y pasantes de arquitectura de
la UAM ATZCAPOZALCO, dirigido por el Maestro Alejandro Cedillo, y les propuso
realizar un proyecto a fin de rescatar y restaurar el Centro histórico de Real
del Monte. El proyecto consiguió recursos y se logró el rescate y restauración
de sitio. Nada de lo anterior se hubiera podido realizar sin el trabajo,
esfuerzo del Prof. Valdivieso, el Maestro Cedillo y su equipo. Entrevistando a
los lugareños afirman no conocerlos, nos disgusta la falta de reconocimiento y
memoria, ni siquiera alguna mención se ha hecho de ellos. “Honor a quien Honor
merece”.
Sus comentarios serán bien
recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.