7.Sept.2025
UNA GOTA EN LA CIUDAD
Del libro: Lagometamorfosis
Sergio Alarcón Beltrán
Soy un río en la ciudad,
sin peces, ni ribera,
clausurado.
A solas, sin mí, sin nadie,
o quizá, el invisible,
subterráneo lago,
lejos del oasis que la sed
invoca.
Soy esta ciudad que se
derrama,
vulnerable, festiva,
indigente, amorosa.
Soy este puño de escombros,
polvo,
incendio de las horas,
humo que se petrifica
en los pulmones de la noche.
Soy este dolor que con
certeras flechasde tristeza me perfora.
Soy una gota en la ciudad,
sin rostro,
adosada al musgo de torres de
cristal
y aceras infinitas, sin el
reflejo
de la imagen en la gota que,
sin vos, torna, multitud de
muertes que avanzan, inmersas
en la melancolía de las
aceras.
Soy al media día,
esta calle que avanza
inmóvil,
urgente,líquida,
hacia ninguna parte.
Soy la ciudad de insomnes
fuentes,
de estatuas color pátina,
de pájaros que al alba brotan
de los callejones, de las
alcantarillas,
de los bajo puentes,
de los suburbios de la
realidad,
entre el sol de la indigencia
y una pesadilla indescifrable
en la mirada.
Adónde van, tan de madruga,
con el frío como abrigo y la
calle,
cual lamento que pesa
insoportable
en las espaldas.
Adónde van los pies,
cuando la sangre es una
herida
y la aurora no florea
en los prados de la urbe,
la dulce tesitura de las
flautas.
Soy la ciudad que frente al
sol
de la mañana, de urgencia
zarpa,
hacia el arrecife de sus
lágrimas,
incierta, autista, miserable,
dolorosa.
De cierto soy ahora,
una gota inmersa en la
espina,
fulgor de la remota rosa,
puerto que no existe, ni ola,
naufragio, rumor en la
memoria,
velero encallado en la
soledad
de esta calle que arde
silenciosa,
precisa, como el reloj
de las devastaciones
o el pulso de esta noche
que nos pronuncia, río,
agua, eco, rubí, diamante,
piedra preciosa, arpa,
lluvia,
lirio o amapola.
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