LA CASA MARTÍNEZ
Por
Gloria Valencia Vargas
En el pasado los bailes, fiestas y tertulias eran amenizadas por los trovadores,
por orquestas que alegraban con su música a la concurrencia.
En 1877 Thomas Alva Edison crea el “fonógrafo” y se anuncia como
el primer artefacto reproductor de sonidos grabados en cilindro, posteriormente
éste es desplazado y surge el “gramófono” y la diferencia es que
graba el sonido en un disco plano, su creador fue el alemán Emile Berliner y en
algunos países se le conoció como vitrola, con este aparato aparecen los
discos negros de pasta.
En México surge la canción grabada y con ésta voces que hacen la delicia de los
oyentes, grandes intérpretes de la canción como: Lupe Vélez, Pedro Vargas,
Agustín Lara, Tito Guízar, Lucha Reyes, Jorge Negrete y Juan Arvizu, entre
otros.
Se dan a conocer autores y compositores de la talla de Lorenzo Barcelata,
Federico Baena, Felipe Bermejo, Severiano Briseño Guty Cárdenas. Quedaron
grabadas en los gruesos discos, así como en los corazones bellas canciones:
“Caminante del Mayab”, “Por un amor”, “Así es mi tierra”, “Nunca, nunca, nunca”.
Llegan los aparatos de sonido más modernos a los hogares mexicanos y con ellos
el disfrute de la música favorita, los tocadiscos y las elegantes
consolas, los discos son más delgados y de otro material: el vinilo.
En la radio se dan a conocer las canciones de moda, Luis Alcaraz es
conocido por sus temas modernos y logró cimentar un sólido prestigio sobre todo
en la Unión Americana, destacan sus composiciones “Viajera”, “Muñequita de
Squire”, “Prisionero del Mar”, “Bonita”.
Con los años 50 llega el Rock a México y en los 60 la Nueva Ola Inglesa y los
aparatos de sonido evolucionan a los famosos cassetes y se inundan las
calles con su venta, en las tiendas ofertan las casseteras, pronto serían
cosas del pasado y se vende y se escucha el Walkman, hacen presencia los
discos compactos, rápidamente la música se escucha en el MP3, y aquí le
paramos.
Regresando al pasado en Tulancingo, a mediados del siglo XX, un negocio que
entusiasmó con su música los bailes y las calles con la propaganda de los
anuncios y las melodías que servía de fondo eran los servicios de la Casa
Martínez ubicada en la calle de Manuel Fernando Soto esquina con Primero de
Mayo, en el interior de la tienda se podía observar una gran cantidad de discos
de pasta y de vinilo, con los temas y las voces de los cantantes del momento.
Diariamente veíamos a Don Darío Martínez recorrer las calles en su carro de
sonido y dos grandes bocinas que parecían grandes trompetas, anunciar novedades
y eventos a efectuarse, así como repartir volantes y programas impresos, don
Daris como cariñosamente se le llamaba, siempre tuvo una sonrisa y un saludo
para los transeúntes.
La Casa Martínez siguió operando hasta los años 70’s cuando murió. De los discos
poco se supo, COPECUT recuperó unos 50 ejemplares de pasta negra y vinilo con
temas muy variados:
PAJARILLO BARRANQUEÑO; Tocado por la Orquesta Típica Mexicana, RCA VICTOR.
MOCOCITA Tocada por la Orquesta Posada, PEERLES.
OSADÍA cantada por Paco Santillana, PEERLES.
Esta modesta colección será donada a la fonoteca nacional, in memoriam de Don
Darío Martínez.
Hasta la
próxima.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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