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2.Feb.10 |
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El PIMU
Tulancingo |
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por César Cruz Islas |
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Artículos publicados en marzo y abril de 2008 en
el periódico Ruta de esta entidad.
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Tercero
y último: Las propuestas |
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Con excepción del proyecto de ciclo vías
para una movilidad alterna, las propuestas planteadas por el Plan
Integral de Movilidad Urbana (PIMU) de manera general no son nuevas,
aunque si dignas de toda consideración dado que obedecen a un modelo
urbano distinto, que por un lado pone en el centro al individuo y por
otro atiende a las cuestiones medioambientales. No obstante, por sí
solo, el PIMU dista de ser la respuesta a todas las necesidades del
municipio y su mancha urbana. Reitero en ese sentido lo establecido en
la anterior entrega, es indispensable partir de las consideraciones
generales del desarrollo regional y urbano que se desea para Tulancingo,
para arribar después a las cuestiones particulares como es el caso de la
movilidad urbana. |
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En ese sentido debe darse respuesta
a cuestiones planteadas años atrás en los objetivos del Plan de
Desarrollo Urbano de Tulancingo de 1994. Por su trascendencia,
dentro de estas cuestiones destacan el ordenamiento del centro
de población, así como las provisiones para el uso, destino y
reserva del suelo urbano. Se trata de evitar que la tendencia
del crecimiento siga presionando hacia el poniente, esto es las
tierras más bajas y fértiles del municipio, cuyo valor ambiental
debe ser preservado. Justo es decir al efecto, que la presión
que supone la especulación comercial con esas áreas ha evitado
que el crecimiento del núcleo urbano sea el más adecuado, como
prueban las inundaciones de 1999 y 2007. |
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Otro aspecto es el alto costo social y
económico que tiene hoy resolver problemáticas previstas con antelación
y que fueron notoriamente desatendidas al menos por las administraciones
municipales de 1994 a la fecha. La idea central en este caso es que el
nuevo plan regulador del desarrollo regional y urbano siente las bases
para evitar que la inversión en infraestructura –como la planteada por
el PIMU- resulte una carga demasiado onerosa para la sociedad
tulancinguense. Un ejemplo de lo caro que resulta la falta de planeación
podemos verlo hoy en la Avenida Hidalgo (salida a Cuautepec), sitio
donde se ha levantado una carpeta asfáltica en buen estado y con poco
tiempo de antigüedad. |
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En ese sentido, es deseable que el
ayuntamiento sea más ambicioso y realice una propuesta con más
fondo que balizar calles y modificar el sentido del tránsito
vehicular. No digo, desde luego, que las propuestas contempladas
por el PIMU sean malas, simplemente me parecen insuficientes en
tanto están contempladas con un horizonte de 25 años. Es más,
algunas sólo requieren que se aplique sin distingos la
reglamentación vigente, otras, como ampliar las aceras, ni
siquiera son indispensables. |
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Estimo que debemos comportarnos como una sociedad madura y
alejarnos ya de los proyectos lucidores que equivalen a pintar
fachadas. Las necesidades del municipio son muchas y no podemos
obviar que destinar recursos al PIMU estaría evitando la
solución de otros problemas igual de importantes pero más
urgentes, y que desde hace tiempo han sido relegados por quienes
disponen los destinos de la acción pública en el municipio.
Estoy hablando de rehabilitar los cimientos del desarrollo
regional y urbano en el municipio, para evitar seguir tapando
pozos después de ahogado el niño.
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