Al MÁS GRANDE ESTADISTA DEL SIGLO XX EN EL MUNDO
     

    Escrito sobre un cuadro de Leticia Ocharán
     

     

    Enlazadas las manos mil gaviotas
    naciendo del ardor de mil gargantas...
    construían el tiempo roca a roca
    cuando la tierra hablaba.

    Enislados los rayos de la aurora
    despertaban pinceles verde olivo
    (militantes de caña sal y ola
    desde que el agua hablaba).

    Era un mitin de pájaros al viento,
    poema al huracán, voz al espacio
    y al trino un lenguaje pirotécnico
    con el que el aire hablaba.

    Multifácico el aire, ojos de agua,
    ardía desde la barba hasta la tierra
    y se hacían del fuego las palabras…
    el Comandante hablaba.