Tulancingo cultural

tras los tules...

Tulancingo, Hidalgo, México

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Poema sacudido

 

poema aprestado

 

 

OJOS DEL ÁRBOL

por Roberto López Moreno

 

la amadísima

 

 

poema estoico

poema del río

poema del río ii

poema tlacuilo

Poema aparecido

Poema permeado

poema cantado

poema confeso

poema intentado

.en una suerte de poemas.

 

La "terapia" del perdón

 

La solidaridad

 

Mitos y leyendas

 

 
 
       

10.Abril.18

Cristina de la Concha

 

 

.poema pertinaz.

 

 

Entre infiltrados y vendidos

pseudo artistas y escritores

se escurrían pero uno

que pincel presumía

a su portada llegó

y cromático engaño

cual pavorreal tendió

 

Esperaba él ser el

que surtiera en la ella aquella

hechizos en su ingenua faz

por posesión de su luz

y alma y cuerpo

y enajenados territorios

y para su cruel devenir oros

con vendas de felicidad

fatua sobre sus ojos

 

Ser éste que a Trisme seguía

y apego y devoción mostraba

pero más bien súbdito

obediente y lacayo fiel

que debía entregar esa luz

de su harto largo planeado hurto

objeto al infame Gistos

que su cola agitar solía

tras el mostrador aquel

 

Puso el tiempo

destellos de sospechas

ante la ella aquella

que sin duda quedó

de los maleficios del truhán,

en la luz los paró

y de su puerta

al artista truhán expulsó

luego de gravedad

tanta que a su cuerpo causó

 

Mas el monstruo a la ella aquella

se presentó una tarde

pues el truhán prohibidas

hallaba sus cercanías,

y en el sillón de su casa

se sentó cual sultán

“¿Qué quieres?” espetó ella,

a respuesta ausente profirió

“qué ridículo te ves”, y

desapareció el serpentino,

 

ella muy ella en aquellos días

de esos males no sabía,

sino mera broma lo creía

 

Aquél, de maldad añeja, no cejó

con la persistencia de siglos

tantos esperando a la ella aquella,

su persecución continuó

surtiendo su palabrería

con el truhán a su servicio

tentaciones en artificios

por aquel hurto perpetrar

en incautos incrédulos

que Gistos con riqueza y

conocimientos seducía

y los akashicos anzuelo

eran de sus ardides

tras el viejo mostrador...

 

 

 

 

 
   
                 

 

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